ACOMPAÑAR A LA FAMILIA / VIVIR JUNTOS LA ENFERMEDAD
Ejercicio para comenzar el día
Ejercicio de interiorización
Poner por escrito mi experiencia más profunda
Ejercicio para hacer a la noche antes de acostarnos y conciliar el sueño
Abrirnos a recibir cada DIA
Ejercicio para hacer durante el día
Canción para crecer en la confianza
Al terminar el día
Los más pequeños de la familia también necesitan que los ayuden a comprender lo que les está pasando, y atravesar el dolor y la muerte dándole un significado.
Por eso los invitamos a hacer con ellos algunas prácticas de bienestar que los ayuden a “estar bien”, en el medio de situaciones de enfermedad y muerte en la familia.
Compartir lo que nos pasa, aunque duela, es una forma de ayudarnos a desahogar nuestro corazón, consolarnos mutuamente y encontrar la fortaleza y el valor que necesitamos para atravesar lo que estamos viviendo.
Atravesar situaciones muy dolorosas, es extremadamente difícil. Por eso es muy bueno aprender a compartir nuestro dolor con los demás. Muchas veces cuando estamos sufriendo no queremos que nos vean llorar, pensamos que el sufrimiento se agiganta si es compartido con los demás, pensamos que a nuestro propio dolor tendríamos que sumarle el dolor de los que nos ven sufrir. Pero esto no es así. Poder llorar juntos en familia y consolarnos mutuamente nos alivia y nos permite encontrar la fortaleza y el valor que cada uno necesita para seguir asumiendo lo que le toca: al que sufre, su propio dolor y, al que está con él, el dolor de verlo sufrir.
Las Practicas de bienestar son ejercicios simples y sencillos que nos ayudan a cuidarnos a nosotros mismos y entre todos, de manera que podamos atravesar de pie lo que nos está tocando vivir.
Ejercicios que nos ayudan a entrar dentro de nosotros mismos
Ejercicios para silenciarnos y encontrarnos con la presencia de Dios dentro de nosotros mismos.
Dios está con nosotros en medio del dolor, acompañándonos paso a paso y nos dice con amor Yo soy tu Dios, yo estoy siempre contigo, yo te amo.
El dolor nos invita a encontrarnos con el Señor, a un acto de fe que hace posible el encuentro. No importa la fe que tengamos, no importa saber mucho o poco acerca de Jesús; lo importante es dejarnos encontrar y tocar por su amor.
El Señor está siempre saliendo a nuestro encuentro, y nos invita a desahogar nuestro corazón en el suyo para aliviarnos y recibir el consuelo de su amor.
La meditación y la oración nos ayudan a atravesar los momentos difíciles, apoyados en la fe de que el amor es siempre más fuerte que la enfermedad y más fuerte que la misma muerte.
Son propuestas sencillas que nos invitan a entrar en sintonía con nosotros mismos y con nuestros seres más cercanos.
En estos momentos, las canciones nos ayudan a poner en palabra lo que estamos viviendo, nos animan, nos alegran, o simplemente... nos traen un poco de paz.
Asamblea Familiar que nos invita a compartir lo que estamos viviendo.
Asamblea Familiar que nos invita a mirar nuestro corazón y poner en palabras cómo nos sentimos.
Aprender a decir lo que nos pasa.