Los Misterios del Rosario
¡El Rosario es una oración tan linda! Seguramente te acompañó en momentos importantes de tu vida, seguramente te acuerdes de ver a tus padres o abuelos rezarlo…
Ahora que estás enfermo, te invitamos a rezar el Santo Rosario junto a todas las personas que están enfermas, y junto a tus familiares, y todos lo que te acompañamos. A lo mejor tenés uno en tu cama, a lo mejor no, pero podes rezarlo contando los Avemaría con los dedos. Para hacerte acordar:
Cada rosario tiene 5 misterios.
En cada misterio rezamos: un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Podés rezar los misterios correspondientes al día (o los que elijas rezar), y en cada misterio te invitamos a mirar y recordar algún momento especial de tu vida. Sabé que María te acompaña en cada decena y está de tu mano rezando con vos. ¡Ella es tu Madre, te quiere y no te abandona!
Rezar el Rosario
Oraciones
Misterios Gloriosos
Miércoles y domingos
Misterios Gozozos
Lunes y sábados
Misterios Dolorosos
Martes y viernes
Misterios Luminosos
Jueves
Misterios Gozosos
En estos misterios contemplamos los misterios de gozo de la vida de María, José y Jesús. A la luz de estos misterios podemos recordar todo el gozo que tuvimos a lo largo de la vida.
La Anunciación del Ángel Gabriel a María
Recuerdo la alegría y las buenas noticias que tuve a lo largo de mi vida. Trato de recordar las más importantes… las pongo en mi corazón y rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
La Visitación de María a su prima Isabel
Recuerdo a mis amigos más queridos, los momentos lindos de encuentro, las visitas que recibí de sorpresa, y las veces que fui yo a visitar a alguien muy querido. Pongo el nombre de todas estas personas en mi corazón y rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
El nacimiento de nuestro Señor Jesucristo
Recuerdo los imprevistos de mi vida que me hicieron salir hacia otros lugares, como José y María a Belén. Recuerdo el nacimiento de mis hijos, sobrinos, nietos… Dejo estos recuerdos resonando en mi corazón y rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
La presentación de Jesús en el templo
Recuerdo a mis padres; digo sus nombres y los honro… trato de acodarme a los lugares a los que me llevaban cuando era pequeño… trato de recordar lo que más me gustaba hacer con ellos… Dejo todos estos recuerdos en mi corazón y rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Jesús perdido y hallado en el templo
Recuerdo los años de mi niñez, mis juegos y travesuras… recuerdo alguna vez que me perdí, que me sentí abandonado o solo… ¿Puedo acordarme cómo era cuando tenía 12 años? Miro a ese niño que fui a los doce años y rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Misterios Dolorosos
Contemplamos por medio del rosario los misterios de dolor de la vida de Jesús y de María. A la luz de estos misterios podemos contemplar los momentos de dolor en nuestra vida, las situaciones de dificultad y adversidad.
La oración de Jesús en el Huerto
Recuerdo algún momento en el que me sentí angustiado, triste o con miedo. Puede haber sido una vez o pueden haber sido muchas veces… Recuerdo esos momentos y los miro con amor , y me digo a mi mismo: ¡todo va a estar bien!, puedo dejar que la vida sea como es. Diciendo SEA rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Jesús es flagelado y condenado a muerte
Recuerdo las situaciones difíciles que me dolieron, las personas que me lastimaron mucho… Intento mirar estos momentos como bañándolos de amor… Me pregunto: ¿puedo perdonar a las personas que me lastimaron? Si puedo hacerlo, las nombro a cada una y les digo: te perdono. Si siento que no puedo hacerlo, me tomo muy fuete de la mano de Jesús y María, y les pido a ellos que lo hagan por mí. Con este deseo de perdonar, rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Jesús es coronado de Espinas
Recuerdo situaciones en las que me sentí muy mal, en las que fui burlado, humillado, dejado de lado… Trato de recordar todas estas situaciones desde esta cama en la que hoy estoy… y vuelvo a decirle a la vida: ¡SEA! Así fue, esto pasó, me dolió mucho… pero así fue… SEA. Con esta palabra en nuestro corazón rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Jesús carga con la cruz a cuestas
Recuerdo momentos en que me tocó caminar cargando problemas, situaciones de conflicto, dificultad, adversidad… ¿Quiénes caminaban conmigo? ¿Quiénes me ayudaron en estos momentos? ¿Qué es lo que más recuerdo de estos momentos? Me miro ahora en la cama de mi habitación… ¿Cómo estoy viviendo este momento? Miro a Jesús que carga con la cruz a cuestas y me dice: Vení, seguime… yo cargo con todo lo que hoy te está pasando… yo pongo en mi corazón todo lo que hoy está en tu corazón… yo camino con vos paso a paso. Paso a paso voy con Jesús y rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
La muerte de Jesús en la cruz
Contemplamos a Jesús que muere en la cruz. ¿Qué me gustaría decirle? ¿Qué me gustaría contarle? Dejo mi mirada fija en Jesús y rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Misterios Gloriosos
Contemplamos los misterios gloriosos de la resurrección de Jesús, y nos unimos a la Gloria de la Vida eterna que nos espera a todos.
La resurrección de Jesús
Contemplo a Jesús vivo saliendo del sepulcro, venciendo a la muerte y regalándonos a todos la Vida eterna, que empieza YA, aquí y ahora en nuestra vida. Miro mi vida hoy, miro cómo me siento en mi cuerpo y en mi estado de ánimo… Respiro muy hondo y miro mi corazón: ¿Cómo me siento? Pongo toda mi vida y todo lo que siento hoy a la luz de Jesús resucitado…. Toda mi vida se llena de luz… toda mi enfermedad se llena de luz… Así me quedo mientras rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
La Ascensión de Jesús a los cielos
Jesús resucitado sube al cielo… Pero no está sentado sobre las nubes, sino que está entre nosotros cuando nos amamos. El cielo de Jesús está aquí y ahora mientras rezo, en esta habitación de hospital, en esta cama…. El cielo de Jesús está con todos los enfermos y con todas las familias… El cielo de Jesús es puro amor… Así, abrazado a este cielo de Jesús rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
La venida del Espíritu Santo
El Espíritu Santo es fuego de amor en nuestros corazones… Me quedo en silencio tratando de mirar para adentro… muy para adentro de mi corazón… Trato de percibir y de entrar en contacto con ese fuego de amor que arde en mi interior, más allá de mi enfermedad… Es el mismo fuego que arde en el corazón de las personas que amo y que hoy no están conmigo… En ese fuego de amor estamos todos juntos y abrazados, aunque ahora me sienta aislado y solo… ¡No estoy solo! Estamos todos juntos reunidos en el amor del Espíritu Santo… Abrazado a todas las personas que amo rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
La Asunción de María a los cielos
María, muerta y resucitada, sube a los cielos. Ella, la primera de entre todos nosotros, para contarnos que, como ella, todos vamos a resucitar y a estar un día en el cielo del amor de Dios, que es eterno. María, mi Madre, mi mamá… me abre las puertas del cielo y me espera cuando termine mi vida mortal… Pongo los ojos en María y rezo con mucho amor un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
La coronación de María como Reina
María en el cielo es la Reina de toda la creación. La miro con amor, y desde esta cama de mi enfermedad me pregunto: ¿Quiero que María sea la Reina de mi corazón? ¿Quiero que ella sea la Reina de toda mi vida y de toda mi historia? Si mi respuesta es sí… le entrego a ella mi vida, como si fuera la mejor de las coronas que le puedo ofrecer. Toda mi vida es una joya preciosa que pongo en las manos de María, y junto a ella me quedo rezando un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Misterios Luminosos
Contemplamos los misterios luminosos de la vida de Jesús cuando fue adulto. A la luz de estos misterios también podemos contemplar toda la luz de nuestra vida.
El Bautismo de Jesús en el Jordán
¿Quiénes eran mis padrinos? Los recuerdo con cariño deseándoles el bien. ¿Quiénes fueron las primeras personas que me hablaron de Dios y me enseñaron a rezar? A lo mejor están vivas, a lo mejor ya viven en la eternidad de Dios. Las recuerdo con cariño y les doy las gracias. Con esta gratitud en mi corazón rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Las Bodas de Caná
Recuerdo todos los momentos de fiesta en mi vida, las fiestas lindas a las que concurrí, los motivos para celebrar… si soy casado recuerdo especialmente el día de mi casamiento, el casamiento de las personas que amo… ¿Hay algo qué quisiera festejar hoy? ¿Qué? Con esta fiesta en mi corazón rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
El Anuncio del Reino de Dios
Recuerdo los momentos importantes de mi vida de fe, esos momentos en los que me sentí más cerca de Dios o de la Virgen… Trato de recordar alguna parte del evangelio o de las palabras de Jesús que siempre me gustaron escuchar… Con estas palabras en mi corazón rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
La Transfiguración de Jesús
Cierro los ojos y trato de mirar a Jesús, aquí y ahora, en esta habitación conmigo. Jesús me está mirando, su mirada está llena de luz y de amor… Su presencia es resplandeciente, tiene tanta luz que me ilumina a mí también… Lleno de esta luz rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
La institución de la Eucaristía
Recuerdo el día de mi Primera Comunión. ¿Qué recuerdos tengo de ese día? ¿Qué personas estaban conmigo? También puedo recordar todas las veces que me acerqué con amor a comulgar, que fui a Misa… También recuerdo las veces que nos juntamos en familia para almorzar o cenar juntos, el pan compartido, el vino para brindar… Por todos estos recuerdos puedo decir gracias, y rezo un Padrenuestro, 10 Avemarías y un Gloria.
Estás con nosotros
todos los días hasta el fin del mundo.
Estás con nosotros
en nuestra fragilidad.
Estás con nosotros
cuando perdemos nuestra energía.
Estás con nosotros
en nuestras luchas y fracasos,
en nuestras dificultades y pruebas.
Estás con nosotros
en nuestras tristezas para comunicarnos alegrías.
Estás con nosotros
en la soledad, como compañero que nunca falla.
Estás con nosotros
para guiarnos y sostenernos.
Estás con nosotros
para conducirnos al Padre
por el camino de la sabiduría y de la eternidad.
Amén
Dios bueno,
hoy la tristeza se apodera de mi corazón.
Ni siquiera el pensar en Tí puede alejar mi desconsuelo
que nace desde lo más profundo de mí
y detiene mi andar.
Te doy mi corazón entristecido y te pido:
Que tu luz y tu amor transformen mi tristeza
para que incluso en ella, pueda sentirme amado por ti.
Deja que mi tristeza me lleve al fondo de mi corazón
para encontrarte
como la luz que alumbra mi oscuridad,
como amor que me atraviesa,
como alegría que transforma mi pena.
Que tu luz, tu amor y tu alegría se abran paso
a través de mis sentimientos de tristeza
para que, a pesar de ella
pueda sentirme amado por vos.
Amén
Dios, bueno y compasivo,
tú conoces mi angustia.
Te entrego, mi miedo y mi impotencia
para que me ayudes.
Extiende tu mano, tu mano bendita sobre mí,
para que me transforme, para que me acerque más a Ti.
En tus manos me siento arropado,
a pesar de mis miedos.
Que mi angustia me guíe a mi corazón,
donde sé que Tú estás, y allí estoy seguro.
Déjame descansar unos momentos,
en ese lugar de sosiego,
que pueda saborear un rato de paz.
En lo más íntimo de mi corazón,
estoy libre de todo temor,
porque estoy con vos, Señor!
Amén
Prácticas de bienestar
Son propuestas sencillas que podés hacer desde tu cama. Estas prácticas nos invitan a entrar en sintonía con nosotros mismos, escuchar y recibir nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos. Nos ayudan a desahogarnos, nos proponen un momento de calma y sosiego.
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https://youtu.be/wlJ2dLUI6Bc
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https://youtu.be/7L3H1wMptak